BIOINTERIORISMO, CONFORT Y BIENESTAR
Se refiere a un estado ideal del hombre que supone una situación de bienestar, salud y comodidad en la cual no existe en el ambiente ninguna distracción o molestia que perturbe física o mentalmente a los usuarios.
CONFORT TÉRMICO
La temperatura del entorno no sólo impacta en el consumo energético, sino que además está ligada a nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra productividad y capacidad de aprendizaje.
No obstante, debemos tener en cuenta que la percepción de confort térmico es subjetiva y distinta para cada uno de nosotros ya que, además de deberse a factores ambientales como la temperatura, las corrientes de aire o la humedad, depende también de factores personales como nuestro metabolismo o nuestra edad.
La orientación de los espacios, la climatización, la carpintería exterior, los materiales de fachadas y pavimentos y los textiles son elementos que nos ayudarán a regular la sensación térmica en nuestros interiores.
CONFORT ACÚSTICO
Cuántas veces has notado que te sientes irritable o estresado debido a un sonido o ruido. En ocasiones sentimos que algo nos está molestando y no sabemos muy bien lo que es hasta que nos damos cuenta de que se debe a un ruido.
La contaminación acústica es un problema medioambiental en aumento. El ruido altera el sueño y hace más difícil la concentración y el aprendizaje, pudiendo también producir o agravar muchos problemas de salud.
Además, la acústica en los espacios interiores es esencial para la calidad de vida de las personas que habitan ese espacio y, cuando mejoramos su calidad de vida, mejoramos su salud, poniendo al usuario en primer lugar y creando un entorno sostenible para él.
En nuestras viviendas, podemos aplicar estrategias para un mejor aislamiento acústico y para gestionar el sonido cuando necesitamos concentrarnos, comunicarnos o descansar, utilizando materiales absorbentes o reflectantes para distribuir el sonido de diferente manera.
CALIDAD DEL AIRE
En la mayoría de los lugares de Europa, el aire no se ve, no se siente, ni huele mal ni tiene mal sabor. Sin embargo, cada año la contaminación del aire provoca muertes prematuras en casi un millón de europeos.
En los espacios interiores, en los que pasamos aproximadamente el 90% de nuestro tiempo, el aire se encuentra ente 2 y 5 veces más contaminado que el aire exterior. Esta mala calidad del aire puede provocar alergias, dolor de cabeza, asma, irritación de garganta, nariz y ojos e incluso enfermedades pulmonares. Es por ello que la calidad del aire interior, incluida la de las viviendas, se ha convertido en un problema de salud ambiental y cuidar la calidad del aire se convierte en una prioridad.
Para ello, debemos tener en cuenta una serie de factores que afectarán a esta calidad del aire:
- La contaminación exterior
- Productos y materiales con niveles elevados de emisiones tóxicas (VOC´s)
- La falta de mantenimiento de los filtros de aire
Para mejorar la calidad del aire es esencial una buena ventilación que nos permita renovar el aire. Sin embargo, además existen numerosas medidas que podemos implantar y que supondrán una mejora de la salud ambiental en los espacios interiores.